¿El equipo ha comprendido de manera integral la problemática?, según los aprendizajes adquiridos en el proceso ¿cómo entendemos los problemáticas planteadas al inicio del estudio de caso?
La problemática escogida desde un principio, propone
``La incongruencia entre el ser y el
hacer provocando la decadencia de la practica valórica``, explicada con la
idea de que, cada uno de los seres humanos poseemos una formación valórica, que
se ha gestado en nuestras vidas desde la infancia, ésta nos hace actuar frente a estímulos diversos.
Es cotidiano que en situaciones problemáticas o
embarazosas no estemos solos, por ende las decisiones que tomemos o las
conductas que asumamos van a afectar a más de una persona, y es aquí donde
visualizamos una decadencia valórica, cuando uno tranza sus formación, por
factores sociales, ambientales e incluso afectivos. El estar bajo esta presión,
se deja de practicar aquello que nos hace únicos, cayendo en el gran problema entre incongruencia del decir y
el hacer.
Desde lo investigado, sabemos que nuestra formación
valórica se desarrolla desde que nacemos, siendo nuestro circulo más cercano,
responsable de los valores que se nos inculquen. El núcleo parental, parece ser
el principal gestador de valores, por ello, cuando adultos se adoptan
características similares a las que se observaron siendo infantes.
Cuando se nos presenta un problema, nos vemos en la
obligación de recurrir a lo que se nos enseño siendo pequeños, y aun así, teniendo todas las herramientas para actuar
frente a este, nos vemos imposibilitados de actuar por causa de diversos
factores mencionados con anterioridad, que nos hacen modificar nuestro pensar y
actuar. Es por este motivo, que los seres humanos, caemos en la incongruencia
entre el ser y el hacer, ya que siendo seres pensantes, actuamos dependiendo de
los estímulos que recibamos y muchas veces estos estímulos nos llevan a modificar
nuestra forma de ser.
Al percibir esta problemática, que se basa en la modificación
del actuar dependiendo de los estímulos, podemos comprender la problemática que
nos congrega, ya que al alterar nuestra forma de actuar, estamos debilitando la
practica valórica, que es fundamental para el desarrollo de la vida en
comunidades democráticas.
El conflicto que presentamos, es complejo de entender,
pero luego de esta investigación podemos dar como opinión que la incongruencia
entre lo que somos y hacemos, depende de las situaciones que vivamos y de los
factores que se vean alineados a esto. Por ello, fue fundamental conocer, donde
se gesta la formación valórica, para ahondar en el tema, e identificar las
falencias.
La decadencia de la formación valórica, germina en la
educación moral que se nos entrega siendo infantes, ya que si esta tuviese una
base solida, no se modificaría en el actuar que llevamos a cabo siendo adultos.
Se necesita una formación valórica potente, para enfrentar estas nuevas
sociedades, ya que estamos viviendo en el individualismo y el subjetivismo y a
nadie le afecta llevar una vida tan aislada, el uno de los otros.
La incongruencia entre el ser y el hacer, se inicia en
cuando somos párvulos, ya que no existe una formación valórica que entregue las
herramientas necesarias para desenvolverse moralmente en la adultez, por ello
las personas se ven en la obligación de actuar en conveniencia de lo que pueden
recibir a cambio, modificando su conducta. Se sabe que las personas poseen
ciertas características, pero no se sabe cómo actuaran, ya que están en
constante modificación de su actuar. Por esto existe una incongruencia entre el
ser y el hacer.
La decadencia de la formación valórica, es un problema
presente tanto en los núcleos parentales como en la educación inicial, ya que
los adultos somos los encargados de entregar estas herramientas a los niños y
niñas, y si no lo hacemos de buena manera, seguirá ocurriendo la decadencia de
la formación valórica.
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