miércoles, 11 de julio de 2012

¿Aprendizaje?



     ¿El equipo ha comprendido de manera integral la problemática?, según los aprendizajes adquiridos en el proceso ¿cómo entendemos los problemáticas planteadas al inicio del estudio de caso?



     La problemática escogida desde un principio, propone ``La incongruencia entre el ser y el hacer provocando la decadencia de la practica valórica``, explicada con la idea de que, cada uno de los seres humanos poseemos una formación valórica, que se ha gestado en nuestras vidas desde la infancia, ésta nos hace actuar  frente a estímulos diversos.
Es cotidiano que en situaciones problemáticas o embarazosas no estemos solos, por ende las decisiones que tomemos o las conductas que asumamos van a afectar a más de una persona, y es aquí donde visualizamos una decadencia valórica, cuando uno tranza sus formación, por factores sociales, ambientales e incluso afectivos. El estar bajo esta presión, se deja de practicar aquello que nos hace únicos, cayendo en el  gran problema entre incongruencia del decir y el hacer.
Desde lo investigado, sabemos que nuestra formación valórica se desarrolla desde que nacemos, siendo nuestro circulo más cercano, responsable de los valores que se nos inculquen. El núcleo parental, parece ser el principal gestador de valores, por ello, cuando adultos se adoptan características similares a las que se observaron siendo infantes.
Cuando se nos presenta un problema, nos vemos en la obligación de recurrir a lo que se nos enseño siendo pequeños, y aun así,  teniendo todas las herramientas para actuar frente a este, nos vemos imposibilitados de actuar por causa de diversos factores mencionados con anterioridad, que nos hacen modificar nuestro pensar y actuar. Es por este motivo, que los seres humanos, caemos en la incongruencia entre el ser y el hacer, ya que siendo seres pensantes, actuamos dependiendo de los estímulos que recibamos y muchas veces estos estímulos nos llevan a modificar nuestra forma de ser.
Al percibir esta problemática, que se basa en la modificación del actuar dependiendo de los estímulos, podemos comprender la problemática que nos congrega, ya que al alterar nuestra forma de actuar, estamos debilitando la practica valórica, que es fundamental para el desarrollo de la vida en comunidades democráticas.

El conflicto que presentamos, es complejo de entender, pero luego de esta investigación podemos dar como opinión que la incongruencia entre lo que somos y hacemos, depende de las situaciones que vivamos y de los factores que se vean alineados a esto. Por ello, fue fundamental conocer, donde se gesta la formación valórica, para ahondar en el tema, e identificar las falencias.
La decadencia de la formación valórica, germina en la educación moral que se nos entrega siendo infantes, ya que si esta tuviese una base solida, no se modificaría en el actuar que llevamos a cabo siendo adultos. Se necesita una formación valórica potente, para enfrentar estas nuevas sociedades, ya que estamos viviendo en el individualismo y el subjetivismo y a nadie le afecta llevar una vida tan aislada, el uno de los otros.
La incongruencia entre el ser y el hacer, se inicia en cuando somos párvulos, ya que no existe una formación valórica que entregue las herramientas necesarias para desenvolverse moralmente en la adultez, por ello las personas se ven en la obligación de actuar en conveniencia de lo que pueden recibir a cambio, modificando su conducta. Se sabe que las personas poseen ciertas características, pero no se sabe cómo actuaran, ya que están en constante modificación de su actuar. Por esto existe una incongruencia entre el ser y el hacer.
La decadencia de la formación valórica, es un problema presente tanto en los núcleos parentales como en la educación inicial, ya que los adultos somos los encargados de entregar estas herramientas a los niños y niñas, y si no lo hacemos de buena manera, seguirá ocurriendo la decadencia de la formación valórica.

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