La importancia de la educación en
valores dentro de una sociedad da
sentido a partir del efecto que conllevará hacia el ser humano, ya que hoy en
día se nos presenta un tipo de sociedad tan individualista centrada en sus propios
intereses, que no se preocupa por el prójimo, lo cual hace que el ser humano
vele por sus propios intereses y potencie solo sus habilidades, ya no existe la
idea de realizar mayores lazos afectivos por miedo a perder todo aquello
material que nos rodea importando más la cantidad que la calidad.
Por otro lado podemos mencionar
lo que el libro “Pedagogía de la autonomía” de Paulo Freire nos dice, debido a que
él nos menciona que el sujeto está cada vez más interesado en la búsqueda de
nuevos conocimientos por ende este siempre estará inacabado e insatisfecho
entonces si hablamos de un conocimiento inacabado, nos acercamos hacia el
concepto de actualización siendo de tipo constante y si hacemos referencia a
que nos encontramos en una sociedad del conocimiento este último factor cada
día es diferente, amplio, curioso, novedoso, desconocido entre otros.
Por ende si… estamos en
constantes cambios y actualizaciones, ¿Cómo no vamos a preparar a los niños y
niñas a enfrentar este tipo de sociedad? ¿Cómo no le vamos a brindar las
oportunidades necesarias que le proporcionen habilidades de expresión, de
tolerancia, de decisión, de manifestación? Y de acuerdo a lo anterior ¿Cómo no
va a ser fundamental educar en valores? Si cuando hablamos de educar en valores
estamos hablando de ser personas empáticas, solidarias, perseverantes, tolerantes, pacientes y
respetuosos (entre otros) cualidades que nos ayudarán a aprender y comprender
el valor y la significancia de diferentes conductas y comportamientos de
convivencia.
En conjunto es importante
mencionar que no importa si se trata de
un contexto pobre o acomodado; La urgencia de formar en valores es la misma:
crear espacios educativos que acojan al educando, apuesten por su desarrollo
integral y lo inviten a mirar más allá de sí mismo. A partir de aquello podemos
ver que es fundamental y esencial educar en valores puesto que los estudiantes
de hoy son los profesionales de mañana, en sus manos estará la conducción y el
manejo de todo aquello que implique el asunto público y privada y si solo hoy
en día en la escuela se es capaz de dotarles de herramientas científicas podrán
ser excelentes técnicos pero no existiría la seguridad de que la desarrollarán
fundamentados en un humanismo capaz de reconocer al otro como su semejante. Por
eso urge que la escuela y la familia asuman el papel de orientador en la
construcción y descubrimiento del componente positivo del valor.
Es por aquello que necesitamos de este tipo de educación
valórica ya no solo para formarnos íntegramente como personas sino que también
para velar y mantener un sistema democrático, John Dewey (filósofo y
pedagogo)nos dice “La educación para la democracia requiere que la escuela se
convierta en “una institución que sea, provisionalmente, un lugar de vida para
el niño, en la que éste sea un miembro de la sociedad, tenga conciencia de su
pertenencia y a la que contribuya” (Dewey, 1895, p. 224).”
De acuerdo a lo anterior podemos
inferir que es necesario mantener una democracia por medio de una educación de
tipo valórica, trabajando aquel rol protagónico del estudiante (párvulo) en
conjunto con la visión de que el educando es sujeto de derecho, fortaleciendo
la capacidad crítica y analítica al momento de colaborar y participar dentro de
temáticas que se pueda estar abordando en la institución educativa, siendo el
estudiante unos de los actores que aporten al desarrollo de un proyecto, a la
reflexión de período académicos y siendo participe activo de todo lo que lo
rodea.
Si una institución educativa se
preocupa de desarrollar y potenciar las
habilidades y destrezas en sus estudiantes, nos está demostrando la
preocupación de formar personas íntegras involucradas con la sociedad,
comprometidas con su labor activo dentro de todos los ámbitos que implica vivir
en sociedad siempre y cuando tenga una actitud de apertura dispuesta al
diálogo, es decir, manejando una ética dialógica, siendo una postura muy
importante y esencial, en el libro “Pedagogía de la autonomía” de Paulo Freire,
la importancia del diálogo y la interacción con el discente, radica en practicar una ética dialógica, Freire solo nos habla de los acuerdos que se
dan dentro del aula, entre profesor y alumno, pero es significativo agregar que
el tener una ética dialógica va más allá de lo que se pueda generar en sala,
sino que va a la construcción de parámetros de conductas que solo sabremos si
son éticamente correctos a través del diálogo el intercambio comunicativo , por
ende esto nos permitirá una estrategia , una organización y un entendimiento
común que permite que todos los interlocutores se sientan capacitados para
llegar a un acuerdo el cual satisfaga sus intereses en todo ámbito. Es por esto
que es importante el acuerdo, la organización, la satisfacción y la formación
hacia personas íntegras, capaces de convivir y
sociabilizar para lograr una
convivencia más plena y tolerante a la diversidad.
De acuerdo a lo anterior podemos
ver que existen conceptos claves que se desprenden unos de otros como lo es el
de la educación valórica, puesto que si no la aplicamos no formaremos futuros
ciudadanos preparados para sostener sus propia democracia y para realizar esto
es de suma importancia tener una ética de tipo dialógica, basada en el discurso
y la comprensión de los diferentes puntos de vista, por ende podemos ver que la
tarea a enfrentar es reformular los estándares de educación, ya no podemos
seguir rigiéndonos por metodologías de tipo conductistas que solo se remiten a
la importancia de la cantidad por sobre la calidad, donde el recurso
memorístico vale más que el factor humano, formando así personas sumisas que
serán capaces de manifestar sus gustos y/o preferencias. Lo que debemos hacer
ahora es cambiar las metodologías y lineamientos de trabajo para/con los alumnos
permitiéndoles ser parte del trabajo del docente favoreciendo que sean
protagonistas y personajes de su propia construcción de conocimiento, dándoles
todas las oportunidades que le permitan experiencia el goce de la teoría y la
evidencia en la práctica como seres humanos, tenemos que ser capaces de vivir
en una sociedad líquida con todo aquello que la compone pero siempre procurando
no perder la esencia del ser el humano, el velar por el bien común y
solidarizar con los demás ideales.
Por ultimo quisiera hacer énfasis
a esta actitud reflexiva que hoy en día nos esta faltando, la capacidad
pensante del ser humano está cada día más en decadencia, ya que podemos ver que
todos los agentes involucrados en la globalización hace que uno como ciudadano
se ciegue y sin querer se adapte a todas las injusticias que ocurren día a día,
volviéndose habituales actos corruptos fuera de transparencia.
Como estudiante invito a todas
las personas a tomar las riendas de su estilo de vida y formar conciencia
social, una tendencia que permita el hombre y a la mujer hacerse respetar en
todo ámbito como ser integral, conocer todo aquello que lo involucra ser parte
de una sociedad, aun así podemos visualizar que hoy en día la nueva sabia de
estudiantes están luchando por un cambio en la educación chilena, una
renovación de estatutos una revolución de pensamiento.
Camila Fernandez, Educacion Parvularia, Tercer año.
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